La estructura que destruyó mi sistema de productividad
Cómo implementar GTD en mi equipo casi nos destruye

Alguien alguna vez me dijo que era estructurado porque era Virgo. Sea cual sea la razón, cada vez que veo algo pienso en dónde va, en qué cajón, carpeta o sistema debo ingresarlo, en qué espacio de mi cabeza guardarlo y con qué etiquetas marcarlo.
Getting Things Done
Cuando leí GTD pensé que había encontrado el santo grial. Una metodología platform-agnostic que me daba los punteros necesarios para construir mi propio sistema de productividad sin atarme a ninguna plataforma en particular.

Perdido en la novedad
Pero me perdí. Me encandilé con las aplicaciones de tareas, con los diferentes teléfonos y luego sus apps para llevarlo todo.
Lo peor fue que no me perdí solo, sino que llevé a mi equipo de trabajo al laberinto sin fin de aplicaciones y sistemas.
Era tal el desorden que teníamos un sistema paralelo (el tradicional) y el nuevo funcionando al mismo tiempo.
Hacer las mismas cosas que antes ahora nos costaba el doble de tiempo.
Nuestro sistema se veía algo así:

Fuegos artificiales
En mi cabeza, una vez que todo estuviese en su lugar perfecto, la ejecución sería instantánea.
Pero había olvidado que ya teníamos una ejecución instantánea antes y que solo metimos grasa al sistema.
En vez de mirar lo que hacíamos y mejorarlo, construí un sistema desde cero para luego ajustar nuestro trabajo al sistema.
Es como comprar esas plantillas de Notion para llevar tu vida de una manera diferente a la que vives.
Próximos pasos
Como Soloprendedor he caído innumerables veces en la misma trampa: me pierdo en sistemas, aplicaciones y tecnología para hacer cosas que puedo hacer ahora con lo que tengo. Procrastinación pura.
Mi solución ha sido, primero, mantener un foco absoluto que jamás en mi vida había tenido y, segundo, medir mi output.
Cuando uno tiene pocos recursos (tiempo, dinero, equipo, etc.) el foco irresoluto y diario es un imperativo esencial.
Cada vez que recorto algo de mi trabajo, mejor me va.
Y eso lo mido exclusivamente con el output, lo que produzco, lo que mueve mi negocio. Dejé de lado el medir 10 cosas diferentes porque no afectaba en nada mi resultado.
La tecnología sin duda nos puede ayudar a ser más productivos, pero si además disfrutamos de ella, puede fácilmente llevarnos al despeñadero.
Roberto Castro
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